Por Martín G. Mallo, corresponsal exclusivo en el Mundo Gourmet
Confieso que soy de las personas que no creen mucho en los aniversarios. Pero 120 años es mucho tiempo para dedicarse a una actividad. En el mundo vitivinícola, sobre todo, ese tiempo dedicado a la producción de vinos puede significar más que una maestría o doctrado en enología de última generación.
Desde 1888, la bodega argentina Nieto Senetiner se encuentra abocada a la elaboración de vinos de calidad. Queridos lectores y oyentes de la Columna Gourmet, les hago otra confesión: en 1888 yo no había nacido y ni siquiera sabía que en algún momento me iba a dedicar a escribir y hablar sobre vinos. Por eso es muy poco lo que puedo decir sobre los vinos de esa época y dudo de que fueran parecidos a los de ahora en cuanto a sabor y calidad. Pero el Nieto Senetiner Cabernet Sauvignon es uno de los mejores vinos que tenemos por estas pampas a un precio accesible para la clase media (todavía se consigue por menos de 20 pesos).
La historia de esta bodega se remonta a los inmigrantes italianos que fundan y siembran los primeros viñedos en Vistalba, Luján de Cuyo, provincia de Mendoza, plantando las raíces de lo que llegaría a ser una de las más tradicionales e innovadoras bodegas de Argentina.
Entre los vinos más destacados de esta casa se encuentran: el Cadus, una de las joyas de la bodega que combina toda la expresión del terruño sumada al “savoir faire” del enólogo, el Bonarda Reserva, premiado en el exterior y el Occasionale, que se elabora sólo con cosechas exepcionales, el Don Nicanor y la línea de varietales Nieto Senetiner, los más accesibles por su precio.
Desde esta columna, saludamos a la bodega por sus 120 años de militancia en la industria vitivinícola vernácula (y esperamos que nos inviten a los festejos).
Confieso que soy de las personas que no creen mucho en los aniversarios. Pero 120 años es mucho tiempo para dedicarse a una actividad. En el mundo vitivinícola, sobre todo, ese tiempo dedicado a la producción de vinos puede significar más que una maestría o doctrado en enología de última generación.
Desde 1888, la bodega argentina Nieto Senetiner se encuentra abocada a la elaboración de vinos de calidad. Queridos lectores y oyentes de la Columna Gourmet, les hago otra confesión: en 1888 yo no había nacido y ni siquiera sabía que en algún momento me iba a dedicar a escribir y hablar sobre vinos. Por eso es muy poco lo que puedo decir sobre los vinos de esa época y dudo de que fueran parecidos a los de ahora en cuanto a sabor y calidad. Pero el Nieto Senetiner Cabernet Sauvignon es uno de los mejores vinos que tenemos por estas pampas a un precio accesible para la clase media (todavía se consigue por menos de 20 pesos).
La historia de esta bodega se remonta a los inmigrantes italianos que fundan y siembran los primeros viñedos en Vistalba, Luján de Cuyo, provincia de Mendoza, plantando las raíces de lo que llegaría a ser una de las más tradicionales e innovadoras bodegas de Argentina.
Entre los vinos más destacados de esta casa se encuentran: el Cadus, una de las joyas de la bodega que combina toda la expresión del terruño sumada al “savoir faire” del enólogo, el Bonarda Reserva, premiado en el exterior y el Occasionale, que se elabora sólo con cosechas exepcionales, el Don Nicanor y la línea de varietales Nieto Senetiner, los más accesibles por su precio.
Desde esta columna, saludamos a la bodega por sus 120 años de militancia en la industria vitivinícola vernácula (y esperamos que nos inviten a los festejos).